Aparece un fogoso debate en televisión entre tertulianos dopados por la factoría Atresmedia y el representante de la República Popular de Korea - la buena - Alejandro Cao de Benós. En una de las intervenciones el catalán hace referencia al tratamiento de los presos. No vas a un penal a pincharte heroína, hacer dominadas y echar pachangas en un patio. Tu destino como recluso es más severo: trabajos de campo y recogida de arroz.
La reflexión que nos hacemos a nosotros es la siguiente: ¿cuál sería nuestra condena en caso de delinquir en España utilizando este modelo?, ¿te imaginas?. En vez de campos de arroz, semanas enteras desborregando, clavando postes para espaldera o limpiando maleza. Curiosamente en España - ya que somos más vanguardistas, cosas de occidente - ese modelo ya está implementado pero a la inversa. Pagamos al estado por hacer esas labores en forma de donación, unos 294,95€ al mes. Un pack premium que viene de la mano con miradas de desprecio y soberbia por parte de la Rosario media que te atiende en alguna de las delegaciones provinciales de Hacienda. También viene en el pack - hay que ser solidarios - el montonazo de ayudas absurdas que hay en diputaciones y organismos públicos enrevesados que te quitan más de lo que te dan. Éstas son especialmente atractivas. Cuentan con un modus operandi fantástico: cojo tu dinero, se lo pago a un mago de la burocracia y éste te ofrece la posibilidad de recuperar tu dinero en formato cursillo impartido por un tercero y más trámites. Brillante.
Nada que importar de fuera. Somos muy buenos en los nuestro. Hay un caldo de cultivo tremendo para crecer. Bienvenido a la República Popular de España, la buena.