En honor a Cupinho, ex futbolista y leyenda de las barras. Embajador de esta humilde secta, del vino tinto y del clarete. Por lo que fue el icono, el dragón dormido. Va por ti, Cupi.
Nos juntamos medio centenar de cojos, mancos, calvos y reprimidos sexuales. Hombres, caspa, tocino y deficientes capacidades motrices. Se homenajea a Cupi que ya no está entre nosotros.No es que se haya muerto, es que ya no nos compra más vino. Judío. Desde que empezó a coquetear con los sunsets de Ibiza, ir disfrazado con el catálogo de Parachute con marcas que sólo futbolistas de regional y comerciales divorciados se atreven a llevar, el navarrico dejó su esencia de lado.
Aún así esta pachanga ridícula lleva su nombre.