Respeto, paz y gratitud

Un puñado de hombres recios con corazón humilde y formas severas han sentado las bases civilizatorias de las que bebemos.

Ni la escuela democrática, ni el bombardeo mediático apabullante y ni mucho menos las oxidadas instituciones del estado moderno han podido acabar con esta forma de vida basada en sobrias maneras que evitan los rodeos.

En sus casas se come con vino y se reposa sin prisa; en sus merenderos se vive con alegría. Algunos, desgraciadamente, nos han dejado este año. Pero su paso por la vida no ha sido en balde. En este periplo ha criado hijos - dignísimos herederos que no olvidan su raíz - plantado cepas y narrado historias. Respeto, paz y gratitud para todos ellos.

Jalisco con nosotros.