"Dicen que ahora el fútbol ha evolucionado mucho. La técnica, los vídeos, los scouters, los estudios, ¿Y para qué? Para nada. Para adornar la película. Un circo. El fútbol es más fácil que todo eso".
Javier Clemente, un tipo menudo con mirada profunda y seria, ha sido el malo de la película contada por parte del periodismo fast food que para sufragar su cuento tienen que vender dentríficos entre sección y sección. La antítesis del mundo actual. El mundo de los reels de diez segundos que no dicen nada; la política apesebrada; la educación reglada de profesores donde su máxima aspiración es ser funcionarios blindados arrastrapies; los buenos modales y formas pero con afilados puñales por la espalda; las reuniones interminables con power points vacíos; las teorías de sofá y que se manchen las manos otros.
Aquí ni hay parafernalia, ni florituras. Hay problema y solución. Pocos rodeos. Trabajo, ensayo y error. Si no funciona se cambia pero no se está mareando con historias. El refranero español tiene más coherencia que la Universidad española actual. Y resultados.
Nosotros somos los malos de la película. Porque no gustan ni estas formas ni estas palabras al público de masas. Porque no es lo que quieren oír. Porque no es lo que pensaban que la vida era.