Axe Dark Temptation

Las calles se riegan de hombres superados por la vida los domingos por la mañana. Montan sus vergüenzas en bicicletas carísimas y embuten sus miedos en mallas acolchadas del Decathlon. En su mayoría, hombres rotos discípulos de bares de copas que sacuden ridículos mensajes en diversas redes sociales. En todos ellos, hacen una firma defensa de los excesivos puntos suspensivos o exclamaciones.

Respaldados por sus trabajo de comercial de seguros o técnicos de calidad en Entrepinares se ven fuertes ante el grupo de chicas perdidas del último año de universidad que pululan en el discobar. Las miradas que arrojan hacen sacudir punzantes palabras sobre la situación por parte de ellas "tía, esto está lleno de señores, parecen mis padres".
En cada salida de balón, disputa o presión se ha sentido algo parecido hoy. Los primeros minutos parecían sacados de un guion luchonesista. Pases y más pases en área propia que dieron paso a un gol del único bueno del equipo, el Dr. Valentín. Gol sin anestesia que adelantaba al equipo blanquillo. Al poco rato, en un alarde de solidaridad, regalo de la defensa al ataque rival que sacudió en jugadas cuasi idénticas con dos goles. Cuesta arriba, la guinda se puso a pocos minutos de empezar la segunda parte. 4-1 y el ánimo por los suelos.
Los últimos minutos fueron un asedio con armas de fogueo que dieron lugar a dos goles más por parte del ingeniero Suazo. La gesta estuvo a punto pero no fue el día. 
#siemprebregar