Estrellados de rock

Los bodegueros tienen más de estrellas de rock que de bodegueros.

Alojados en hoteles del copón de Punta Cana en sus viajes de negocios, mulatas despampanantes sueltan risas enlatadas con los chistes casposos que cosen.

Ellos se sienten semidioses cuando no hacen caso al móvil guardado en su funda de cuero que alojan en el bolsillo del pantalón. Ignoran conscientemente la sarta de mensajes que acribillan el grupo familiar de whatsapp integrado por su esposa y dos hijas retratadas en un cuadro en la entrada de la sala de catas.

Presentado así, suena igual de oscuro ese escenario que el del rapero costra dogmático que con cuarenta y pico palos sigue haciendo el papel de sala en sala, conduciendo una birria de furgoneta y enviándose guiños por mensaje directo con frágiles corazones.

Tampoco estamos tan mal en el majuelo.